Publicado el Deja un comentario

03.- Comienza la aventura

03-Comienza-la-aventura

Once barcos componían la expedición, 110 marineros, 32 ballesteros, 13 arcabuceros, y 463 soldados con sus lanzas y espadas, 200 indios con algunas mujeres, 16 caballos, y cuentas de vidrio, brazaletes, collares, quincalla, cascabeles, espejos, cuchillos, tijeras, y pañuelos para intercambiar con los indios.

A unos pocos kilómetros llegaron a la isla de Cozumel, donde conocieron a Jerónimo Aguilar  que llevaba 8 años allí de una malograda expedición anterior, conocía los dialectos mayas y les sirvió de intérprete, antes de adentrarse en territorio azteca.

Se hicieron a la mar, pasaron el Cabo Catoche y al llegar a Tabasco los hicieron frente unos 12.000 indios totonacas. Cortés no quiso comenzar las hostilidades sin hacer una intimidación, es decir un requerimiento compuesto por el doctor Palacios Rubio (así se le conocía por ser natural de Palacios Rubios (Salamanca) aunque su nombre verdadero era Juan López de Vivero), jurisconsulto y consejero de los Reyes Católicos. Mediante este requerimiento se informaba a los nativos que eran vasallos de Carlos V y súbditos del papa, y en caso de oponer resistencia serían sometidos por la fuerza.

Lo totonacas, que confiaban en que los sobrepasaban en número, no aceptaron las condiciones de Cortés y el 25 de marzo de 1519 tuvo lugar la batalla en la que poco pudieron hacer frente a la artillería, los caballos y los perros, los caballeros con armaduras y mallas de los españoles. Pero sobre todo los españoles eran muy superiores en estrategia de guerra en campo abierto, muchos de ellos habían sido componentes de los afamados tercios españoles que habían ganado grandes batallas en media Europa.

Al día siguiente los totonacas se rindieron, lo celebraron juntos con un banquete y una ceremonia religiosa, y le colmaron de regalos a Cortés, entre ellos una guapa nativa de nombre Malintzin.

Los españoles la llamaban la Malinche, su padre murió al poco de nacer ella y su madre se volvió a casar, se la dio a unos mercaderes que la vendieron al cacique de Tabasco, ahora se la regalaban a Cortés que la puso de nombre Marina. Aprendió castellano y demostró habilidad diplomática, se convirtió en una extraordinaria consejera de Cortés, siéndole fiel en los peores momentos, su triunfo no se concibe sin ella, su conocimiento de los idiomas náhuatl y maya, del país y de la gente que lo habitaba la hicieron insustituible.

El 21 de abril de 1519 llegaron a Veracruz y junto a unos amigables indios celebraron el viernes santo con un banquete, el gobernador de la región se presentó en nombre de su señor el gran jefe de los mexicas, fue la primera vez que tuvieron noticia de Moctezuma, y Cortés le dijo que le enviaba el emperador Carlos V. Intercambiaron regalos y Cortés intentó impresionar al gobernador con demostraciones de su caballería y artillería.

De todo lo que ocurría lo iban dibujando sobre lienzos de algodón, representaron los navíos, los hombres blancos con larga barba, sus armas, caballos, estandartes, y antes de que partieran hacia México Cortés los dijo que quería conocer a su señor Moctezuma.

Otros capítulos de esta serie

00.- La conquista de México – Introducción

01.- Hernán Cortés

02.- Cortés en Cuba

04.- Moctezuma

05.- Venciendo las dificultades

06.-Primeras impresiones

07.- Hernán Cortés y Moctezuma

08.- Primer enfrentamiento Cortés y Moctezuma

09.- Cortés toma México en nombre del Emperador

10.- Los Mexicas se revelan contra Alvarado

11.- La noche triste

12.- Cortés recupera Tenochitlán

13.- Últimas exploraciones de Hernán Cortés

14.- Cortés regresa a España

15.- La conquista de México – Conclusión

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *