
Hace poco más de 500 años, Cortés con unos pocos hombres, y sobre todo con mucha astucia y diplomacia con los pueblos indígenas sometidos por Moctezuma, consiguió conquistar todo un imperio e incorporarlo al reino de Castilla, abriendo el camino para la conquista hacia el norte de California y hacía el sur de Perú.
Choque de civilizaciones capitaneada por una parte por Cortés, y por otra primero con Moctezuma y después con Cuauhtémoc.
Cortés estaba en inferioridad numérica de forma aplastante, pero tenía conocimiento, por los primeros exploradores, de lo que se podía encontrar, sabía de forma aproximada lo que había y sobre todo tenía claro a lo que iba. Inteligentemente combinó diplomacia y fuerza, para conseguir lo que pretendía.
Moctezuma tuvo que enfrentarse a algo nuevo para él, no sabía si eran dioses o si eran hombres, optó por el diálogo y estaba dispuesto a perder parte de sus privilegios para conservar su imperio y la paz. Los suyos no lo entendieron así, pensaron que era un traidor y le mataron a pedradas en el palacio donde le retenían los españoles.
Cuauhtémoc conocía bien la situación pero no quiso rendirse ante los españoles, decidió defender Tenochtitlan por la fuerza, luchando con los suyos hasta el último aliento, al final perdió la ciudad y el imperio, y murió ahocado por revelarse en Honduras contra Cortés.
Cortés exploró, conquistó y evangelizó las tribus aztecas, llevando la civilización y situándolas en el mapa. Los enemigos de España, internos y externos, han colgado sobre nuestra historia la leyenda negra, que consiste en minorar, ocultar o tergiversar lo bueno de nuestra historia, y agrandar o inventar lo malo, esta leyenda negra también ha llegado a Cortés y a la conquista de México.
A todos los conquistadores se les sometía a un juicio de residencia que fiscalizaba todas sus acciones en el nuevo mundo, y servía para controlar el quinto real. Cortés se ganó bastantes enemigos y tuvo que soportar este y otros juicios, fue acusado sin ninguna base para intentar apropiarse de parte de su fortuna.
Tal es el caso Bartolomé de las Casas, que con el pretexto de preservar al Emperador de posibles delitos de fe que se produjeran en su nombre, acabó siendo el responsable de extender la leyenda negra que pesa sobre la historia de España, con acusaciones totalmente falsas como se demostró en la controversia de Valladolid con Ginés de Sepúlveda.
La conquista de México, no fue una colonización para establecer simplemente vínculos comerciales, ni tampoco una ocupación donde se expulsara o esclavizara a la población, fue una liberación de los pueblos oprimidos por los mexicas, que los obligaban a ceder a sus mujeres para esclavizarlas, y a sus hombres para que participaran en su ejército y en sacrificios humanos.
Hernán Cortés llevó el idioma castellano, la fe cristiana, las costumbres españolas, se mezcló con sus habitantes formando familias mestizas, más tarde se construyeron escuelas, hospitales, ciudades a imagen y semejanza de las ciudades españolas. Aquellas lejanas tierras se convirtieron en provincias españolas, dando los mismos derechos a sus habitantes que a cualquier español de la península, como así reza en la constitución española de 1812 en su artículo número 1:
“La nación española es la reunión de los españoles de ambos hemisferios”
Art. nº 1 Constitución Española de 1812
Otros capítulos de esta serie
00.- La conquista de México – Introducción
05.- Venciendo las dificultades
07.- Hernán Cortés y Moctezuma
08.- Primer enfrentamiento Cortés y Moctezuma
09.- Cortés toma México en nombre del Emperador
10.- Los Mexicas se revelan contra Alvarado
12.- Cortés recupera Tenochitlán