Los Visigodos eran un pueblo germánico que logró penetrar en España en el año 414, eran aliados de Roma principalmente contra los pueblos bárbaros que se dedicaban al saqueo (Suevos, Vándalos y Alanos).
Así llegó Ataulfo a la península, con un concepto bastante fuerte de nación y constituyó la primera monarquía en Hispania que se independizó en el año 476 tras la caída del Imperio Romano.
En el año 709 murió el rey visigodo Vitiza, algunos quisieron coronar a su hijo Achilla, pero la mayoría de los nobles se decantaron por coronar a Don Rodrigo como nuevo Rey. La monarquía visigoda era electiva, muy inestable y había muchas luchas internas por el poder.
Dice la leyenda que Don Rodrigo, el nuevo Rey de Hispania, sedujo a Florinda, la hija de Don Julián que era el gobernador de Ceuta al que no le gustó nada la idea y se tomó la revancha traicionando a su patria y a Don Rodrigo al pactar con Yab Al Tarik que era el General Musulmán. Este entro en Hispania por Ceuta sin dificultad para apoyar a Achilla y a los Vitizianos, en contra de Don Rodrigo que cayó en la Batalla de Guadalete.
De esta manera el 19 de julio de 711 los moros entraron en España, teóricamente para ayudar a Achilla a coronarse como Rey en contra de Don Rodrigo, y se quedaron 8 siglos en la península. En el año 712 Tarik se alió con Muza que desembarca con 17.000 hombres invadiendo toda España incluso más allá de los Pirineos, poniendo su capital en Toledo.
En el año 718 un noble Godo llamado Don Pelayo encabezó la resistencia española y comenzó la reconquista de España venciendo a los musulmanes en Covadonga. La monarquía ya no era electiva, era hereditaria pasando de padres a hijos, a Don Pelayo se sucedió su hijo Fabila pero solo reinó desde el año 737 hasta el año 739 ya que le mató un oso en una cacería. El reinado pasó a su yerno Don Alfonso I, casado con la hija de Don Pelayo, este recuperará para España la cornisa cantábrica, Galicia, el norte de Portugal, incluso lo que ahora es Castilla y León.
En el año 800 ya existía Castilla como nombre, que viene de los muchos castillos que existían para defenderse de los árabes, y a partir del año 850 Castilla ya era condado siendo Don Rodrigo su primer conde, aunque dependiente todavía del reino de León hasta finales del siglo X en que el conde Fernán González conseguirá la independencia de Castilla del Reino de León.
En 1035, Fernando I hereda Castilla de su padre Sancho III de Navarra, y se convertirá en el primer Rey de Castilla.