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Hispanos en el Imperio Romano

Hispanos en el Imperio Romano

La romanización de la peninsula fue larga y traumática, duro 200 años y cambió Hispania comenzando su historia hasta nuestros días. Nuestros orígenes están en la romanización y el cristianismo.

Después han pasado otros pueblos pero poco han cambiado nuestra cultura, nuestra religión o nuestra sociedad. Los visigodos se adaptaron más o menos a las costumbres romanas, a ellos los debemos el sentimiento nacional, nuestra primera monarquía, nuestro primer rey Ataulfo en el año 476. Después vinieron varias oleadas de pueblos del norte de África que afortunadamente solo nos dejaron algunas palabras que se añadieron al latín, unas pocas construcciones en el sur de España y poco más.

Una vez asimilada la cultura romana, de Hispania salieron grandes filósofos como Séneca o Quintiliano, y grandes emperadores como Teodosio o Adriano, y principalmente el padre de este, Trajano, considerado el mejor emperador que ha tenido Roma.

En esa época de primeros del primer milenio existía la costumbre de adoptar hijos, que tenían incluso más derechos que los propios hijos naturales. Eso le pasó a Trajano, un reputado militar nacido en Itálica, cerca de Sevilla, que le adoptó el emperador Nerva en el año 98, y que le sucedió convirtiéndose en el primer emperador que no era de Roma. Con Trajano el Imperio Romano alcanzó su máxima extensión, centralizó el imperio quitando poder a las provincias, e hizo grandes infraestructuras, tanto para el transporte y el comercio, como para espectáculos o para la ornamentación de las ciudades.

Lo mismo le pasó a Adriano pues fue adoptado por Trajano, era de la misma ciudad que este, de Itálica, y fue unos de los mejores emperadores romanos realizando numerosas construcciones en todo el imperio, aunque no consiguió mantener el extenso imperio que le dejó su padrastro.

Roma tubo bastantes emperadores de origen Hispano, el último fue Teodosio que convirtió el cristianismo en religión oficial, tras su muerte en el año 395 Roma se separó definitivamente en la parte occidental y la parte oriental.

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