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La mujer más importante en la historia de España

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Isabel de Trastámara I de Castilla, no tuvo fácil su camino hasta la corona, pero al final con el objetivo claro y con la fuerza y la decisión que la caracterizaron lo consiguió, convirtiéndose posiblemente en la mujer más importante en la historia de España.

Juan II dejó tras su muerte tres hijos, Enrique IV el mayor nacido del matrimonio entre el propio Juan II de Castilla y Doña María de Aragón, Isabel I y Alfonso príncipe de Asturias, nacidos del matrimonio entre el mismo Juan II de Castilla y su segunda mujer Isabel de Portugal.

A Juan II de Castilla le sucedió en el trono castellano su primer hijo Enrique IV cuando Isabel tenía tan solo 3 años. Este se casó con Blanca de Navarra pero su matrimonio fue anulado por no llegar a consumarse. Se volvió a casar, esta vez con Juana, hermana del Rey de Portugal, de este ma trimonio nació Juana a la que llamaban la Beltraneja, pues decían que su verdadero padre era Don Beltrán de la Cueva.

Los nobles no querían a Enrique IV como Rey y nombraron Príncipe de Asturias a su hermanastro Alfonso, y más tarde le nombraron Rey con tan solo 12 años. Era inevitable que estallara la guerra civil en Castilla, entre los partidarios de Enrique IV y los partidarios de Alfonso.

 Alfonso fue envenenado, pero los nobles partidarios de este no querían a Enrique como Rey, entonces propusieron a Isabel como sucesora de su hermano Alfonso, pero esta se opuso, lo que sí aceptó fue el título de Princesa de Asturias, no quería más guerras y no gobernaría mientras su hermanastro Enrique viviera.

Todo esto fue plasmado por escrito en el año 1468, en el acuerdo de Guisando, por el cual Isabel aceptó no reinar mientras viviera su hermanastro, solo se casaría con quién ella quisiera y Enrique IV se comprometía a apartar a su hija Juana de la línea sucesoria, dando la razón a los que pensaban que no era hija suya.

En 1469, estando Enrique IV en Andalucía, Isabel aprovechó para casarse con su primo Fernando, esto no gustó a Enrique que prefería una boda con algún príncipe europeo que alejara a Isabel de España, e incumpliendo el Acuerdo de Guisando proclamó heredera a su hija Juana.

Enrique IV murió en 1474 e Isabel heredó Castilla, cinco años más tarde murió Juan II de Aragón y su hijo Fernando heredó Aragón. Los problemas se multiplican para la joven pareja, Francia amenazaba a Cataluña, Navarra a Las Vascongadas, los moros amenazaban por el sur, los nobles no aceptaban la autoridad de nadie, y sobre todo Portugal apoyaba a Juana como reina de Castilla, estallando otra vez la guerra, esta vez con Portugal.

 Parecía que todo estaba contra Isabel y Fernando, pero lograron parar la amenaza francesa por el norte y en el futuro incluso la arrebatarían Nápoles, contraatacaron por el sur echando a los moros de España y reconquistando Melilla, lograron imponerse a los nobles y ganaron en la guerra a Portugal, recluyendo a Juana en un convento portugués. Por si esto fuera poco, también conquistaron un nuevo mundo, expandiendo nuestra cultura, idioma y religión.

En 1494 el papa valenciano Rodrigo Borja (Alejandro VI) los nombró los Reyes Católicos, pues a la unión política de España, también consiguieron la unidad religiosa, además de cristianizar el nuevo mundo.

El 12 de octubre de 1504 Isabel I, la Reina Católica de España, de media Italia y de América, dictó testamento acordándose de los pobres, protegiendo a los indígenas del nuevo mundo, advirtiendo que nunca se cediera Gibraltar, por ahí penetraron los moros tardando 8 siglos en recuperarlo, y sobre todo muy preocupada por el futuro de su obra.

 Mediante la política matrimonial de sus hijos había querido anexionarse medio mundo, como así pasaría en el futuro fundamentalmente con el matrimonio de Juana con Felipe hijo del Emperador Maximiliano, obra concluida por su hijo Carlos I de España y V de Alemania, y con el hijo de este Felipe II, que recogió los frutos que sembró Isabel I.

Pero como decía muere muy preocupada, se lo deja todo a Juana la Loca y a su marido Felipe el Hermoso, sabía que Juana estaba loca como su madre y que Felipe era engreído y ambicioso al que poco le interesaba España, por todo eso dictó en el testamento que si Juana y Felipe no quisieran o no pudieran gobernar, la regencia pasaría a su marido, este también sabía la condición de Juana y Felipe y se casó con Germana de Foix, mucho más joven que él, e intentaría tener un hijo para que no heredaran Juana y Felipe, obviamente no lo consiguió.

El 26 de noviembre de 1504 Isabel murió víctima de un cáncer con 53 años, a los 30 de reinado. El 18 de diciembre su cuerpo fue sepultado en el Monasterio de San Francisco de Granada, tal y como ordenó en su testamento.

Nadie ha luchado tanto por unificar España como ella, tuvo 5 hijos, Isabel, Juan, Juana, María y Catalina, cada en un sitio diferente de España, se pasó la vida viajando, luchando, tuvo varios abortos en el campo de batalla, asistiendo a su marido y a sus ejércitos en la retaguardia, y murió intranquila, temerosa de que su obra algún día pudiera ser destruida.

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