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Napoleón menospreció al pueblo español

Napoleon

El año 1808 fue uno de los años más convulsos dentro de la convulsa historia de España. Desde principios de este año, Napoleón incumpliendo el Tratado de Fontainebleau introdujo más de 150.000 soldados mandados por su cuñado el General Murat con el pretexto de invadir Portugal, para luego repartirse este país con los monarcas españoles y Godoy.

El 19 de marzo tuvo lugar el motín de Aranjuez, el pueblo estaba adisgusto por las cada vez más abundantes tropas francesas en suelo español, Carlos IV engañado por Napoleón había abdicado en favor de su hijo Fernando VII, este por fin conseguía lo que quería, intentó destronar a su padre por la fuerza y no pudo porque le descubrió la traición, le perdonó la vida y ahora ve como su padre voluntariamente le cede el trono.

Napoleón se dio cuenta de las debilidades de los monarcas españoles y ya no se conformaba con repartir Portugal con ellos, su ambición le pudo y decidió destronar a los Borbones de España, y a los Braganza de Portugal.

El 10 de abril Fernando VII engañado por Napoleón abandonó Madrid para dirigirse a Bayona donde las tropas francesas tenían retenido a sus padres, Carlos IV y María Luisa, y al valido de este, Godoy. Napoleón forzó a Fernando VII a devolver la corona a su padre a cambio de un castillo y una pensión anual, pero lo que este no sabía, es que antes Napoleón había obligado a Carlos IV a abdicar a su favor, para imponer a su hermano mayor José Bonaparte como rey de España.

Estos son los engaños de Napoleón, Carlos IV y Fernando VII, que se pasaron España de unos a otros como si fuera de su propiedad, obviando, menospreciando y traicionando a los españoles. Lo que ninguno de ellos podía esperar es que el pueblo llano se rebelara contra esta traición, y como su rey no defendía a la nación tuvo que ser el propio pueblo español el que lo hizo.

De esta manera surgió el 2 de mayo, el pueblo español indignado por la monarquía, abandonado por el ejercito que seguía fiel a las ordenes reales, ante la incomprensión de la iglesia que desde los púlpitos llamaba a la tranquilidad y a la inacción frente a los franceses, se alzaron masivamente contra Napoleón, se combatía con lo que se podía, navajas o palos contra un ejército francés bien equipado, al día siguiente el 3 de mayo, los franceses se tomaron la revancha y fusilaron a cientos de madrileños en la montaña del Príncipe Pío. Estos dos hechos serían inmortalizados magistralmente por Goya en sus cuadros «La carga de los mamelucos» y «Los fusilamientos del 3 de mayo».

Las noticias corrían como la pólvora y se fueron rebelando una ciudad tras otra, el pueblo español tomó conciencia de la situación y actuó de la única forma que podía, en cada camino, en cada cruce, en cada calle, en cualquier sitio podían atacar a los franceses para luego retirarse rápidamente, lo que se llamó guerra de guerrillas. Los franceses no podían descuidarse ni un momento, vencían a los españoles cientos de veces y cientos de veces resurgían y seguían luchando. Hasta que llegó Bailén, la primera vez que el ejército francés perdía una batalla en Europa, el General Castaños enseñó a toda Europa que Napoleón no era invencible.

El pueblo español se organizó, la nobleza local creó las Juntas Provinciales y proclamaron a Fernando VII rey legítimo de España, todavía creían que Napoleón era el culpable de la situación y que tenía retenido a Fernando VII en Francia en contra de su voluntad. Todavía creían en Fernando VII y por eso le llamaban «el deseado», mas tarde el apodo se convertirá en «felón», pues por dos veces traicionó a España al aceptar la constitución de 1812, y las dos veces a los pocos días renegó de ella.

Al finalizar el año, ya en diciembre, Napoleón tuvo que destinar a España mas refuerzos para restaurar en el trono a su hermano José Bonaparte, que tuvo que huir de Madrid. Los españoles se reagruparon en Cádiz, que se convertiría en la capital de resistencia española.

Resumidamente todo esto pasó en 1808, el primer año de la Guerra de la Independencia que se prolongaría hasta 1814. En estos años Napoleón se desgastó demasiado y fue obligado a destinar en España más recursos de los previstos. Cometió el error de menospreciar al pueblo español y le salió muy caro, como el mismo reconoció en su destierro de Santa Elena Esta desgraciada guerra de España fue una verdadera calamidad, la causa primera de las desgracias de Francia”

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