El 15 de abril de 1882, los diputados a Cortes de Salamanca y Ávila presentaron un proyecto de ley para la construcción del ferrocarril que uniría estas dos ciudades pasando por Peñaranda de Bracamonte, lo defendió el diputado por Peñaranda D. Manuel Ávila Ruano, logrando que el Parlamento tomara este proyecto en consideración.
Una comisión facultativa dirigida por el ingeniero Señor Querizaeta practicó los estudios de este proyecto de ferrocarril que partiendo de Ávila terminara en Salamanca, como parte del ambicioso proyecto de unir Madrid y Lisboa por ferrocarril.
Peñaranda de Bracamonte se volcó con el proyecto desde el primer momento, el día 8 de noviembre de 1882 se organizó un banquete presidido por el alcalde D. Félix Mesonero, en honor del Sr. Querizaeta en el Teatro Calderón, al que asistieron más de 100 personas. Pocos días después se nombró una Comisión gestora del ferrocarril, presidida por el propio alcalde y por Don Salvador Gómez de Liaño, para hacer campaña por toda la comarca, haciendo de nexo de unión entre Salamanca y Ávila.
El primer tramo del proyecto fue el que unió Salamanca con Peñaranda de Bracamonte, y lo adquirió la compañía inglesa “Madrid and Portugal Direct Railway Avila Rand” empezando su construcción en septiembre de 1888, después de la cesión a fondo perdido de los terrenos del termino de Peñaranda para la construcción de la estación y las tierras por donde pasaría la vía.
En total el Ayuntamiento desembolsó 212.827 pesetas, además de la adecuación del entorno principalmente un gran paseo que sirviera tanto para peatones como para carruajes, el Paseo de la Estación.
El día 30 de mayo de 1894 se inauguró por todo lo alto el primer tramo de la linea férrea, el que unió Salamanca y Peñaranda de Bracamonte.
Don Teodoro Rodríguez bendijo la vía en una eucaristía celebrada en la misma estación, y el alcalde Señor Sánchez de la Peña presidió el banquete en el Teatro Calderón con autoridades salmantinas y abulenses. Se organizaron bailes en las sociedades “Juventud Peñarandina” y “Circulo de Peñaranda”, con fuegos artificiales y viaje gratis en el tren hasta Salamanca y vuelta a Peñaranda de Bracamonte. Pero la línea tenía graves deficiencias, como la escasa velocidad, carencia de material móvil y barracones para viajeros, entre otros.
A finales de año 1924 se consiguió poner en funcionamiento el tramo Peñaranda-San Pedro del Arroyo, y en septiembre de 1926 se terminó el tramo final hasta Ávila.
Y por fin, el 30 de septiembre de 1926, se consigue inaugurar el tramo completo Salamanca-Ávila. A poco más de las cinco de la tarde entró en agujas en Peñaranda de Bracamonte el tren que venía desde Ávila, entre los viajeros estaba el Presidente del Gobierno, el general Primo de Rivera, los ministros de Instrucción Pública, y de Fomento, autoridades de Ávila, el Gobernador Civil de Salamanca Don Luis Diez del Corral, el exgobernador civil Don Agustín Vam-Baumbergen y otras personalidades.
Nada más entrar en la estación de Peñaranda se dispararon infinidad de cohetes, entre vivas, vítores y aclamaciones.
La máquina venía engalanada con el escudo nacional y banderas, al igual que la estación profusamente adornada con guirnaldas de flores y escudos de España, Ávila, Salamanca y Peñaranda.
En los andenes esperaban el alcalde Sr. Álvarez Cedrón, el Juez de 1ª Instancia, todas las autoridades de Peñaranda de Bracamonte, junto a 3.000 personas que esperaban ver ansiosas dicho tren.
La banda de tambores de los exploradores, la banda de música dirigida por el señor Rodríguez y la dulzaina de Cantaracillo entonaron la marcha real.
El entonces llamado camino de hierro dio un impulso importante a la industria Salmantina, acercando nuestros productos a los mercados, aumentando el precio de estos al bajar el precio del transporte, no solo estábamos más cerca de Madrid, sino también de las comunidades Valenciana y Catalana, repercutiendo muy positivamente en la economía de Peñaranda de Bracamonte.