Cada vez nos pasamos más tiempo conectados a internet, con los smartphones podemos hacerlo a cualquier hora del día y prácticamente desde cualquier lugar, por eso la seguridad en internet se está convirtiendo en un problema importante.
Cada vez que compartimos datos con los sitios web que visitamos ponemos en riesgo nuestra privacidad, es importante saber los datos que podemos compartir y cómo hacerlo. La forma más habitual de compartir esos datos (a veces inconscientemente) es mediante las cookies, pero ¿que es una cookie?
Una cookie es un pequeño fichero de texto que se almacena en el navegador cuando visitamos casi cualquier página web, sirve para almacenar información para consultarla cuando nos volvamos a conectar a ese mismo sitio y con ese mismo navegador y ordenador.
Este historial de navegación que se va creando es el correspondiente a ese navegador y ese ordenador, es decir que si otro usuario maneja ese navegador y ese ordenador se encontrará las cookies del anterior usuario.
La información almacenada en un cookie es muy diversa, puede almacenar nuestro usuario y contraseña, idioma seleccionado, lugar desde el que nos conectamos, el navegador utilizado, el sistema operativo y su versión, la hora y el día, rastrear las páginas del sitio web consultados y el tiempo empleado en cada sección de la web, en las tiendas virtuales las cookies memorizan los artículos que vamos comprando sin ellas no funcionarían.
La principal función de una cookie es identificar al usuario de esa web para hacerle una navegación más fluida, más agradable y facilitar su navegación, no tienen nada que ver con los virus informáticos, estos tienen un código ejecutable que puede ser malicioso y ocasionar grandes destrozos en nuestro ordenador, las cookies no son ejecutables son simples contenedores de información.
Las cookies se pueden aceptar o bloquear en el mismo momento de la conexión, o se pueden borrar si ya han sido aceptadas. También podemos configurar el navegador para que acepte solo las cookies que a nosotros nos interesan.
La mayor parte de los usuarios no deberíamos tener problemas con las cookies, más bien lo contrario, además tenemos que tener en cuenta que nuestros datos más confidenciales se encuentran en bases de datos cuya seguridad es ajena al propio usuario, que mandamos multitud de información a través de correos electrónicos, por no hablar de la información que compartimos en las redes sociales.
Lo que si podemos hacer es guardar unas mínimas precauciones de seguridad, por ejemplo no compartir datos confidenciales sobre todo en redes wifi abiertas o públicas, poner contraseñas seguras y guardar una copia, y siempre que se utilicen datos confidenciales (ejem. números de cuenta bancaria o de tarjeta de pago), asegurarnos de que ese sitio web utiliza protocolo https.