Llegaron a la orilla del lago Texcoco donde se alzaba Tenochtitlan, capital del Imperio mexica, pudieron admirar jardines colgantes, extraños peces de colores, árboles frutales, flores y pájaros desconocidos. Vieron a los indios en canoas por los numerosos canales, y fueron a visitarlos gobernantes de Cuyoacan, Coadlavaca y demás ciudades próximas.
Los españoles eran hombres acostumbrados a la fatiga, a las incomodidades, a la crueldad de la guerra, la mayoría habían pertenecido a los tercios españoles curtidos en mil batallas por Europa, aquel paisaje espectacular debió parecerlos que estaban en el paraíso.
El 8 de noviembre de 1519 Hernán Cortes al mando de 7.000 hombres, de los cuales 400 eran españoles, pudo verse cara a cara con Moctezuma que estaba acompañado de su sobrino Cacamatzin, y por los reyes y señores del Imperio, su escolta iba descalza y no levantaba los ojos del suelo como muestra de respeto y obediencia, los esclavos barrían el camino por el pasaba y tendían en el suelo tapices de algodón para que sus pies no tocaran la tierra.
Moctezuma tendría unos 40 años, con una tez algo más clara que la de los indígenas, era elegante, inteligente, piadoso y despótico. Llevaba un manto de algodón bordado, y calzaba unas sandalias de suelas de oro macizo, resplandecían las perlas y piedras preciosas, sobre su cabeza llevaba un penacho de vistosas plumas verdes, y en su labio inferior brillaba una preciosa piedra también verde, que era el color imperial.
Moctezuma recibió a Cortes, dándole la bienvenida, este pie en tierra contesto amigablemente por boca de doña Marina y le entregó un collar de oro y pedrería. Moctezuma ordenó que los condujeran a sus alojamientos.
Las calles, casas, azoteas, o canoas estaban llenas de gente expectante para ver a los forasteros desfilar con sus caballos, cañones y armaduras, hasta llegar a dos edificios que en su día fueron el palacio del padre de Moctezuma, y ahora albergarían a los españoles.
Moctezuma era el gobernante mexica desde 1502, dominaba a las demás tribus basándose en el poder militar que utilizaba para cobrar tributos, para incorporarlos a su ejército, o para sacrificios humanos. Para lo demás estas tribus eran independientes, con su propio gobierno, su lengua y sus dioses.
El gobierno de los mexicas parecía fuerte pero en realidad era un gobierno endeble, porque al depender de su poder militar, duraría hasta que se encontrara una potencia con una fuerza militar superior a la de ellos.
Otros capítulos de esta serie
00.- La conquista de México – Introducción
05.- Venciendo las dificultades
08.- Primer enfrentamiento Cortés y Moctezuma
09.- Cortés toma México en nombre del Emperador
10.- Los Mexicas se revelan contra Alvarado
12.- Cortés recupera Tenochitlán