En su obra más famosa “Crítica de la razón pura” (1781) Kant justifica las condiciones para un conocimiento objetivamente válido y explora los límites del mismo, sintetizando dos filosofías enfrentadas hasta ese momento, el racionalismo y el empirismo.
El racionalismo se desarrolló en la Europa continental y sus máximos exponentes son René Descartes, Gottfried Leibniz y Baruch Spinoza, según los cuales el conocimiento avanza exclusivamente a través de ideas innatas estableciendo el pensamiento como la forma más cierta y confiable de adquirir conocimiento, y las sensaciones son formas confusas de pensamiento porque los sentidos nos pueden engañar.
Los racionalistas, a los que Kant llamaba dogmáticos, abogan por el poder de la razón para crear conocimiento, no necesitan la experiencia partiendo de unos principios (razonamiento a priori) llegamos a unas conclusiones universales (razonamiento deductivo), es decir de lo general a lo particular. Creen que el hombre puede conocer toda la realidad, incluida la metafísica, es decir la existencia de Dios, la naturaleza del alma, o el origen y los límites del universo. Creen que el razonamiento inductivo no sirve para crear conocimiento porque no se pueden observar todos los hechos o datos posibles, por eso las leyes de los empiristas son válidas temporalmente hasta que se demuestra un caso que falla en su teoría, son herederos de Platón. La base de esta filosofía es el sujeto, lo que existe sin ninguna duda soy Yo, “Pienso luego existo” que diría Descartes, y a partir de esa base se demuestra la existencia de toda la realidad de la naturaleza, Dios o el alma.
El empirismo Británico está abanderado por David Hume, John Locke, y George Berkeley, afirman que todo nuestro conocimiento tiene origen en la experiencia y se forma como una agregación de ideas que viene de las sensaciones, todos los conceptos se forman como un proceso de abstracción y de asociación a partir de las impresiones originales que van formando ideas más complejas.
Los empiristas, a los que Kant llamaba escépticos, enfatizan el papel de la observación, la experimentación y la percepción sensorial para crear conocimiento, se basan en las disciplinas científicas empíricas sobre todo en la física y en la química que están basadas en la experiencia, en el razonamiento a posteriori, que consiste en observar varias veces un hecho en la naturaleza de hechos particulares para generar leyes universales (razonamiento inductivo). Creen que el razonamiento deductivo solo demuestra las premisas dadas, pero no crea nuevo razonamiento, sin embargo el razonamiento inductivo del método experimental hace avanzar la ciencia, son herederos de Aristóteles. El escepticismo sobre la existencia es total, piensan que solo existen nuestras percepciones por eso no podemos asegurar que las cosas existan fuera de nosotros mismos como existencia propia y objetiva, ni tan siquiera podemos demostrar que existamos nosotros mismos, “mi yo” solo es un cúmulo de percepciones y nada más, nosotros creamos los objetos a través de nuestras experiencias y percepciones, no podemos asegurar que exista Dios, el Yo, el alma o el universo exterior.
Ambas teorías son contradictorias, los racionalistas piensan que se puede conocer todo (incluida la metafísica), y los empiristas creen que no se puede conocer nada, pero tanto racionalistas como empiristas colocan al objeto en el centro del conocimiento y entienden que es el sujeto el que se adecua al objeto.
Según Kant ambas corrientes filosóficas cometen el mismo error, que es mezclar la percepción con el conocimiento conceptual, ninguna de estas filosofías distingue entre percepción y pensamiento. Los empiristas reducen los conceptos a percepciones, y los racionalistas tratan las percepciones como conceptos.
Estas dos corrientes filosóficas aparentemente irreconciliables Kant logra unificarlas en su filosofía llamada Idealismo Trascendental, en la que explica la relación entre el sujeto de conocimiento y los objetos que conocemos. Logra unificarlas por algo que tienen en común que es el paso ilegítimo del pensamiento a la existencia, los racionalistas porque defienden que nuestros pensamientos deben existir, Descartes llegó al solipsismo porque solo podía demostrar su propia existencia y tuvo que recurrir a Dios para demostrar la existencia de todo lo demás, y los empiristas abogan por lo contrario, al existir solo las propias percepciones no pueden demostrar la existencia de nada fuera de nosotros.
Kant sintetiza las dos teorías demostrando lo que podemos conocer y cuál es el límite del conocimiento humano.