La Restauración Borbónica

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La restauración borbónica tiene nombre y apellidos, Antonio Cánovas del Castillo, de hecho el sistema ideado y realizado por él se llama Sistema Canovista. Suyo es el mérito desde la vuelta de los Borbones logrando que Isabel II abdicara en favor de su hijo Alfonso XII, pasando por el sistema turnista de partidos entre el partido conservador dirigido por el mismo, y el partido liberal al frente del cual puso a Práxedes Mateo Sagasta, hasta la Constitución de 1876 la ideo más progresista que la del 1845 y más moderada que la de 1869.

Alfonso XII falleció en 1885 y comenzó la Regencia de su segunda mujer, María Cristina de Habsburgo Lorena (1885-1902), embarazada del que será Alfonso XIII.

Coincidiendo con la emancipación de Cuba, Puerto Rico y Filipinas a finales del siglo XIX surge el nacionalismo en Cataluña y País Vasco, aduciendo hechos diferenciales como la lengua, los fueros o la cultura.

A los 16 años Alfonso XIII sube al trono (1902) con una España en desarrollo, acortando las diferencias con las economías más potentes de Europa Occidental, políticamente era una monarquía constitucional con un gobierno parlamentario, homologable a cualquier país liberal.

En 1909 tuvo lugar la Semana Trágica, la sociedad cada vez estaba más en contra del clero y los militares, y fue la movilización de reservistas para la guerra de Marruecos lo que sirvió de detonante sobre todo en Barcelona y Madrid, la huelga general de tres días degeneró en enfrentamiento con el ejército, quema de conventos, más de cien muertos e innumerables heridos.

La neutralidad en la I Guerra Mundial trajo un periodo de prosperidad económica, pero también una fuerte inflación con el descontento del movimiento obrero, añadido a la influencia de la Revolución Rusa de 1917 hizo que también España sufriera su particular revolución, potenciando las revueltas (huelgas revolucionarias) republicana, sindicalista, nacionalista y se les unió la sublevación militar del 1 de junio de ese año que provocó que el poder constituido perdiera el control del ejército.

Estas revueltas no estaban inconexas pues tenían el mismo fin, tanto las izquierdas republicanas y obrerista, nacionalistas y junteros no eran fuerzas democráticas, perseguían derribar la monarquía representativa, es decir tenían proyectos diferentes y todos iban en contra de la democracia liberal. En 1917 se destruyó la monarquía democrática que se estaba gestando en España al igual que en otros países europeos, el proceso revolucionario se cerro en falso en 1918 pero se habían puesto las bases de lo que pasaría dos décadas más tarde.

Las huelgas y protestas se sucedían, en 1921 un anarquista asesinó a Eduardo Dato, presidente del gobierno, ese mismo año tuvo lugar el desastre de Annual en el que murieron 13.000 españoles. La conflictividad social se sucedía y la Guerra de Marruecos no ayudaba, el 13 de septiembre de 1923 Miguel Primo de Rivera dirigió un golpe militar sin oposición incluso con el beneplácito de Alfonso XIII.

Miguel Primo de Rivera con el Desembarco de Alhucemas en 1925 puso fin a la Guerra con Marruecos, la economía se recuperó, se hicieron inversiones e infraestructuras hidrográficas y en la red ferroviaria, nació Campsa y la Compañía Telefónica, por primera vez votaron las mujeres y nombró las primeras alcaldesas. Tanto la UGT como el PSOE colaboraron con Miguel Primo de Rivera que quitó protagonismo a la CNT, incluso Largo Caballero fue Ministro de Trabajo. El crack del 29 se hizo sentir en España, se depreció la peseta y la oposición de republicanos, socialistas, anarquistas, intelectuales, etc.., hizo que el 27 de enero de 1930 presentara su dimisión que fue aceptada por Alfonso XIII, nombrando presidente del gobierno al general Berenguer.

El 17 de agosto de 1930 dirigentes de diversas tendencias antimonárquicas firmaron el Pacto de San Sebastián por el que se comprometían a derrocar la monarquía, ese mismo mes se constituyeron dos comités, uno civil al frente del cual estaba Niceto Alcalá-Zamora y otro militar con Gonzalo Queipo de Llano a la cabeza para traer la república por la fuerza de las armas.

El Comité Revolucionario, ya constituido como Gobierno Provisional, convocó una huelga general para el 15 de diciembre con intención de iniciar el golpe de estado para constituir la república, pero el Capitán Galán se adelantó, el 12 de diciembre de 1930 tuvieron lugar las sublevaciones de Jaca y Cuatro Vientos. El capitán Fermín Galán se alzó en armas contra el Gobierno legal español, proclamando la República y colgó un bando en las calles de Jaca con un solo artículo “Aquel que se oponga de palabra o por escrito, que conspire o haga armas contra la República naciente será fusilado sin formación de causa”, poco duró la intentona golpista, el 13 de diciembre los oficiales sublevados fueron juzgados en Consejo de Guerra y los capitanes Galán y García Hernández fueron condenados a muerte, el 14 de diciembre serían fusilados.

Berenguer dimitió el 14 de febrero de 1931 y se convocaron elecciones generales para el 1 de marzo, para que después tuvieran lugar las elecciones a diputaciones y municipios, pero Alfonso XIII nombró presidente del gobierno al almirante Aznar que presionado por el comité revolucionario aplazó las elecciones generales e incomprensiblemente convocó elecciones municipales para el 12 de abril de 1931, antes que las elecciones generales que hubieran dado mayor legitimidad a los ayuntamientos elegidos en las municipales.

Durante estos meses hasta la celebración de las elecciones se amnistiaron a los miembros del comité revolucionario encarcelados después de la sublevación de Jaca, esto supuso un aval importante para las candidaturas republicanas, los gobiernos del general Berenguer y del Almirante Aznar intentaban la transición al sistema de antes de la dictadura de Primo de Rivera pero de una manera un tanto irresponsable, y las candidaturas republicanas se centraron en las grandes ciudades lanzando un mensaje antimonárquico en los mítines de unas elecciones municipales, al revés que las candidaturas monárquicas que se presentaron sin programa preocupándose solo de elegir a los alcaldes.

Las elecciones locales se dividieron en dos fases (5 de abril de 1931 y el 12 de abril de 1931), y aunque los resultados no se publicaron, si sabemos que el número de concejales monárquicos fue muy superior a los concejales republicanos, aunque si esas elecciones hubieran sido generales posiblemente el número de diputados republicanos hubiera sido superior a los diputados monárquicos, porque el reparto de votos no era igual en unas elecciones locales que en unas elecciones generales.

Los magnicidios en los siglos XIX y XX

Son muchos los atentados que han tenido lugar durante los siglos XIX y XX, contra Isabel II, Amadeo de Saboya, el rey Alfonso XIII, contra diputados, generales, gobernadores civiles, cardenales, algunos con el resultado de muerte como el secuestro y asesinato de José Calvo Sotelo, o magnicidios desde el general Prim en 1870 hasta el Almirante Carrero Blanco en 1973, atentados perpetrados como vía más rápida para cambiar el rumbo de España.