El principal problema que tenía Peñaranda de Bracamonte en los años 50 era la escasez de agua, este contratiempo preocupaba a los vecinos peñarandinos, además de ser un obstáculo para el crecimiento de la ciudad.
Existían varios manantiales como El Inestal, o pozos artesianos como el que aún se conserva del Campo San Francisco, inaugurado en el año 1947 con abundancia de agua, pero no era suficiente, la ciudad aumentaba la población con rapidez y se necesitaba una solución definitiva.
Basta decir que en el año 1957 solo llegaba agua media hora cada tres días, en Julio del 1958 dejo de salir agua por los grifos hasta 1959 que salía irregularmente. La situación era desesperada.
Ya se tuvo en cuenta el problema cuando se reconstruyó Peñaranda en el año 39 cuando estalló el polvorín, pero la idea se dejó aparcada y se fue posponiendo la solución a base de parches, aunque la situación era insostenible.
En el año 1970 es nombrado hijo adoptivo de la ciudad D. Antonio Salazar, que toma conciencia del problema, y lo traslada a las altas instancias, convenciendo al director general de Obras Públicas D. Virgilio Oñate Gil para que aborde el problema y lo solucione para siempre.
Se barajaron dos soluciones principalmente, traer el agua del Tormes desde Encinas de Abajo, o construir una presa sobre el Rio Almar.
Al final se optó por la segunda opción y se construyó una presa en exclusiva para Peñaranda de Bracamonte a 25 Km, concretamente en Mirueña de los Infanzones, con una superficie de 18,84 hectáreas, y una capacidad de 1.485 hectómetros cúbicos. A los peñarandinos los parecía un milagro, y así se llamó “Presa El Milagro”.
El lunes 19 de noviembre de 1973 el ministro Gonzalo Fernández de la Mora entregó la infraestructura al Alcalde de Peñaranda D. Manuel Alcalde Sánchez, diciéndole las famosas palabras “alcalde, aquí os entrego la presa, limpia de polvo y paja, para la ciudad de Peñaranda”
Se pusieron autocares gratuitos desde Peñaranda a la Presa, para que los peñarandinos pudieran ir a ver la inauguración, se cerraron comercios, se suspendieron las clases en los colegios, era un día de fiesta, y había que celebrar el acontecimiento.
Ya en Peñaranda, se ofrecieron actuaciones de coros y danzas, y se nombró Hijo Adoptivo de Peñaranda al Ministro Fernández de la Mora.
Por fin estaba resuelto el mayor problema de aquella época, y para mucho tiempo. Peñaranda de Bracamonte ha cambiado mucho, se ha modernizado, todo ello gracias a que el problema del agua fue resuelto exactamente hace 41 años.
