Quintín es una ciudad al norte de Francia donde se consagró el dominio español en Europa sobre Francia, exactamente el 10 de agosto de 1557 (día de San Lorenzo)
A esta rivalidad por la hegemonía de Europa de los padres Carlos V y Francisco I, le siguió la rivalidad entre los hijos Felipe II y Enrique II. En ambas ocasiones les fue mejor a los monarcas españoles que a los monarcas franceses, Carlos V se consagró como Emperador, cargo al que optaba Francisco I, y Felipe II se impuso al ejército de Enrique II por dos veces, primero en San Quintín y después en Gravelinas.
En 1556, un año antes de la batalla de San Quintín, Carlos I abdicó en Alemania, el imperio a favor de su hermano Fernando, y España y las Indias en favor de su hijo Felipe, dos años más tarde murió en Yuste.
Dejó el trono español a su hijo Felipe y también los problemas, sobre todo con Francia y sus aliados, principalmente dos, el Papa Paulo IV que llegó a excomulgar a Felipe II, y los Turcos a los que el monarca español derrotó en Lepanto en 1571.
Los prolegómenos de la Batalla de San Quintín tuvieron lugar cuando Francia invadió Italia con el apoyo del Papa Pablo IV. El Duque de Alba repelió esta acción y aisló al Papa, el mismo Felipe II se puso el mismo al mando de 42.000 hombres de su ejército de Flandes, sería la única vez que tomó parte activa en una batalla.
Fue en la frontera entre Francia y Flandes donde tuvo lugar la parte más importante de la guerra, Felipe II recibió la ayuda tanto de los territorios italianos amenazados por Francia, como de su segunda esposa María Tudor, Reina de Inglaterra y nieta de los Reyes Católicos.
Manuel Filiberto, el Duque de Saboya, despojado de sus terrenos en las guerras de Italia venció a las tropas comandadas por Montmorency, Felipe II hubiera podido tomar París pero víctima de problemas económicos no lo hizo.
Enrique II se alió con los turcos y volvió contra España en las Gravelinas, Felipe II le venció de nuevo destrozando al ejército francés y obligando a Francia a firmar el Tratado de Paz de Cateau-Cambresis, donde se estableció que Felipe se casaría con la hija del rey francés, Isabel de Valois.
En muchos aspectos el reinado de Felipe II fue un calco del reinado de su padre Carlos I. Ambos tuvieron enemigos comunes en Francia y sus aliados, el Papa correspondiente y los turcos, ambos pudieron tomar Paris y no lo hicieron, ambos se empeñaron en ensanchar las fronteras españolas, tanto físicas como religiosas, quizás siguiendo el germen sembrado por sus antecesores, los Reyes Católicos.
Al año siguiente de la victoria de San Quintín, en 1558 murió el emperador Carlos V en Yuste, cambiando el testamento sobre su deseo de ser enterrado en Granada por un edificio nuevo que construiría su hijo Felipe II.
Para conmemorar la victoria de San Quintín (el día de San Lorenzo) y el comienzo de su reinado, Felipe II mandó construir el Monasterio en San Lorenzo de El Escorial donde trasladaría los restos de su padre en el año 1573. También trasladó la capital de Toledo a Madrid.