
En el otoño de 1933, nuestra ciudad acogió un acontecimiento popular y extraordinario. El Teatro Calderón de la Barca, inauguraba la instalación y proyección del Cine Sonoro en Peñaranda.
Sorpresa entre las gentes de aquella época, al ver en las películas hablar y cantar a sus artistas predilectos.
Se proyectaron: «El Presidio» de Juan de Langa y al día siguiente, la sorprendente opereta vienesa «El Teniente del Amor».
El próximo domingo, en dos sesiones pondrán sobre la pantalla «La Ley de Harem», interviniendo el ídolo de la juventud José Mojica, que canta y habla un perfecto español.
El Sr. Casanova responsable de la dirección del cine, tiene que estar super satisfecho de su primer abono, ya que el público asistió con gran entusiasmo, quedando impresionado.
Antonio Pérez Sánchez