
En la antigua Grecia los sofistas pensaban que la verdad era relativa y cada uno expresaba su verdad sin buscar la verdad en singular, ya se sabe si hay más de una verdad, la verdad no existe.
Sócrates pensaba que la verdad era una continua búsqueda que nunca acaba, debíamos ser críticos y proponer una verdad que iría evolucionando. Platón sigue el pensamiento de Sócrates pero busca la verdad en el mundo de las ideas, para encontrar una verdad objetiva válida para todos, piensa que la verdad está en el bien.
Aristóteles relacionó la búsqueda de la verdad con la búsqueda de la felicidad, y esta se encuentra en la combinación de razón y sentimientos. Observó que en la vida todo era movimiento, pensaba que había tenido que existir algo inmóvil que haya desencadenado el primer movimiento.
Dios es una idea o un concepto (Platón) que da respuesta al anhelo del hombre para dar sentido a su vida (Aristóteles).
Jesucristo dijo “La verdad os hará libres”, y San Agustín continuó diciendo que la verdad existe y es Dios, y se puede alcanzar mediante la unión de la razón y la fe, cuando la razón llega al límite la fe la complementa o la ilumina llegando a la verdad.
En la Edad Media vivían preocupados por la otra vida, el hombre en esta vida estaba de paso, preparándose para la eternidad. El debate sobre la existencia de la verdad se suprimió, porque tal y como dijo San Agustín, “la verdad existe y es Dios”, los teóricos se esforzaban únicamente en demostrar la existencia de Dios.
Santo Tomás de Aquino recopiló lo que llamó Cinco vías sobre la existencia de Dios en su Suma Teológica. La primera de estas vías es la Vía del movimiento, el primer movimiento que puso en marcha todo lo demás es Dios. La segunda es la Vía de la causa eficiente, todo en este mundo es causa-consecuencia pero esto no puede haber sido siempre así, tiene que haber una primera causa que es Dios. La tercera vía es la de lo posible y necesario, todo lo que nos rodea podría no haber sido, pero si todo fuera posible también podría no ser, por eso tiene que haber algo que no solo sea posible, sino que sea necesario que es Dios. La cuarta vía es la de la perfección, en el universo hay cosas más perfectas que otras, y tiene que haber algo que sirva de baremo y que sea la perfección absoluta, ese baremo es Dios. Y la quinta vía es la del orden en el mundo, aludiendo a que en el mundo todo actúa conforme a un fin, en el universo hay orden y es Dios el que ordena todo lo que existe.
El mismo ejercicio podríamos hacer con la no existencia de Dios sobre todo a partir de la ilustración, con el humanismo muchos filósofos intentarán demostrar la no existencia de Dios, algunos lo dan por hecho como Friedrich Nietzsche, “Dios ha muerto, una vez que hemos matado a Dios ya no tiene sentido preguntarse por la verdad, la única verdad que tiene sentido es con que mentiras podemos vivir mejor”.
A comienzos del siglo XII San Anselmo de Canterbury aportó el argumento ontológico para demostrar la existencia de Dios, que dice que hasta cuando negamos la existencia de Dios sabemos lo que queremos decir, los ateos niegan a Dios pero saben lo que es, por eso lo niegan. Según esta teoría Dios es el ser más perfecto posible, y el ser más perfecto posible tiene que existir.
El argumento ontológico ha tenido a lo largo de la historia filósofos a favor y en contra, y otros que lo modifican en parte. Ya en la Edad Contemporánea Kant argumentó que es un laberinto teórico que no se puede resolver, aunque dice que Dios es necesario porque sin Él no tendría sentido el deber ni la obligación moral, por eso aunque no podemos saber si Dios existe o no debido a nuestra limitación espacio temporal, debemos actuar como si existiera. A esto algunos filósofos objetan que también existe el mal, aunque lo resuelven aludiendo a la libertad humana y al libre albedrío.
La idea de Dios como verdad absoluta se empezó a resquebrajar en la Alta Edad Media. Alrededor del año 1350 la peste negra alcanzó su punto máximo en Europa y Asia, y causó la muerte de la tercera parte de la población. Hasta ese momento la población se creía protegida, físicamente por la nobleza y espiritualmente por el clero, por eso no entendían lo que estaba pasando y empezó a dejar de confiar en sus teóricos protectores. La mentalidad empezó a cambiar y la muerte pasó de ser el paso al paraíso a ser un castigo divino que igualaba a todos.
Los intelectuales intentaron dar una explicación, principalmente separando la razón y la fe para llegar a Dios, como Juan Duns Scoto, Guillermo de Ockan, John Wykliffe, Huss y finalmente Lutero que provocará la definitiva ruptura con la iglesia católica.
Otros capítulos de esta serie
Reforma protestante y Masonería
02.- De la Edad Media a la Edad Moderna
04.- Antecedentes de la ruptura de la iglesia católica
06.- Carlos V y la ruptura de la iglesia católica
07.- Otras iglesias protestantes
08.- Consecuencias de la ruptura de iglesia católica
09.- Las guerras de religión en Flandes
10.- Las guerras de religión en Francia
11.- Las guerras de religión en Inglaterra