07.- Otras iglesias protestantes -

La reforma protestante se propagó rápidamente, Juan Calvino en Francia, Ulrico Zwinglio en Suiza, John Knox en Escocia, por otras razones Enrique VIII se declaró cabeza de la iglesia en Inglaterra. El luteranismo se fue diversificando en divisiones y subdivisiones como los calvinistas, husitas, presbiterianos adventistas, episcopales, metodistas, congregacionalistas, puritanos, baptistas, anabaptistas, pentecostalistas, pietistas, etc.

El luteranismo pone en duda el libre albedrío, defiende que no podemos luchar contra los pecados y que la salvación está solo en la fe. Calvino va más allá, cree en un Dios caprichoso que predestina a los hombres a salvarse o no desde el nacimiento, aboga directamente por la predestinación de personas elegidas como los ricos, los que tienen buenos oficios o negocios, es decir que desde que nacemos algunos de nosotros estamos predestinados a la salvación y otros no, las obras no influyen en la salvación, ni tan siquiera influye la fe, porque desde que nacemos ya estamos predestinados, por eso prohíbe que se rece por los difuntos.

Calvino desprecia al hombre, piensa que se peca por comer o beber más de lo necesario, o por vestir de diferentes colores, con ello ofendemos a Dios que es la perfección. Además subordina la ley civil y la aplica para sancionar los pecados religiosos, sancionará civilmente a todo el que incumpla los preceptos del calvinismo.

Otra reforma protestante de la época fue el Anglicanismo, promovida y fundada por el rey Enrique VIII de Inglaterra en 1531. Esta vez el motivo no era religioso, Enrique VIII quería divorciarse de Catalina de Aragón (hija de los Reyes Católicos), pero no obtenía el permiso del papa Clemente VII. El motivo era que quería casarse con Ana Bolena, supuestamente porque Catalina de Aragón no le daba un hijo varón que asegurara la sucesión.

Ana Bolena tampoco tuvo un hijo varón, y acabo peor que Catalina de Aragón puesto que fue ajusticiada por el propio rey. Enrique VIII se casaría 4 veces más.

La hija de Enrique VIII y Ana Bolena fue Isabel I, aunque su padre cortó la cabeza de su madre, Isabel tuvo que seguir la causa de su padre (anglicanismo) para ser reina, porque si no estaría reconociendo que es hija bastarda, porque el matrimonio de su padre con Catalina de Aragón nunca fue anulado por el papa.