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04.- Antecedentes de la ruptura de la iglesia católica

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El proceso de ruptura de la iglesia católica es un largo proceso llevado a cabo de forma gradual, que comenzó en la Alta Edad Media. Hasta ese momento existía una verdad, esa verdad era Dios y era una verdad que se podía conseguir mediante la unión de la razón y la fe. Pero el siglo XIV fue un siglo en el que años de sequía trajeron hambre, peste, y la gente se preguntaba como Dios permitía tanta desgracia, y porque el clero o la nobleza no los protegían.

San Francisco de Asís decía que había que vivir como vivió Jesucristo, es el santo que más se pareció a Jesús por su carácter reconciliador, es el más ecuménico, amante de los animales, y sin quererlo el más ecologista. A su muerte en 1226 había dos corrientes de franciscanos, unos más espirituales y otros más teóricos o conventuales.

Juan Duns Scoto (1266-1308), franciscano escocés, rompe la unión razón y fe por la vía teológica o espiritual. Decía que Dios no es razón, Dios es voluntad y no tiene razones para hacer lo que hace. Intuía sin decirlo que a Dios solo se puede llegar a través de la razón, solo vale la fe. Es el primer paso hacia la predestinación.

Guillermo de Ockan (1285-1347), franciscano inglés separó la razón y la fe desde el punto de vista filosófico o teórico, y dijo que las ideas universales o generales no están ni en las ideas (Platón) ni en la mente (Aristóteles), Dios es un concepto universal y no se le puede buscar en el mundo de las ideas o en la realidad, solo con la fe se puede llegar a Él. Pero la fe es interpretable, es el primer paso hacía el relativismo.

John Wykliffe (1320-1384), teólogo inglés, dijo que “la verdadera iglesia es la iglesia de los salvados” (predestinación), “pero nadie sabe quién está salvado”, ni tan siquiera el clero (contrario a la jerarquía eclesiástica). Tradujo la biblia al inglés antes que Lutero la tradujera al alemán, pero era un manuscrito, le faltó la imprenta para dar a conocer sus ideas.

Jan Huss (1369-1415), teólogo checo, que dijo lo mismo que Wykliffe y añadió que hay signos de los que están salvados, como por ejemplo por su perfección en el trabajo, y estos tienen que vivir en comunidad a parte. El emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, Segismundo, le convocó al Concilio de Constanza asegurándole que saldría ileso, pero no cumplió su palabra y le mató en la hoguera por hereje.

Martín Lutero (1486-1546), apoyado por los oligarcas regionales (que le dieron protección y todo tipo de facilidades), y la imprenta (que le dio publicidad), pasó de ser un hereje más a ser un reformador. Lutero ofreció a los oligarcas regionales alemanes un punto de confrontación que no tenía solución, o al menos era una solución indefinida, una palanca para librarse a la vez del emperador y del papa.

Otros capítulos de esta serie

Reforma protestante y Masonería

01.- El concepto de verdad

02.- De la Edad Media a la Edad Moderna

03.- La inquisición

05.- Martín Lutero

06.- Carlos V y la ruptura de la iglesia católica

07.- Otras iglesias protestantes

08.- Consecuencias de la ruptura de iglesia católica

09.- Las guerras de religión en Flandes

10.- Las guerras de religión en Francia

11.- Las guerras de religión en Inglaterra

12.- Guerra de los 30 años

13.- La Masonería

14.- La masonería en la independencia de los Virreinatos

15.- Religión y masonería

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