La causa protestante fue favorecida por el humanismo, como forma de pensar que se iba imponiendo poco a poco, y fue apoyada por la burguesía, como nueva clase social que significaba el paso del feudalismo al capitalismo, y por la baja nobleza, como antigua clase social que buscaba su riqueza perdida a costa de los bienes de la iglesia.
La reforma protestante comenzó en 1517, el odio religioso crecía en toda Europa y España era la cabeza o el bastión de la fe católica y principal enemigo del protestantismo, por eso se convirtió en el blanco de críticas de gobernantes protestantes como Guillermo de Orange, o John Foxe mediante su “libro de los mártires” ampliamente difundido por la imprenta.
Cualquier excusa era buena para lanzar injurias y calumnias contra España, y así aumentar la leyenda negra contra el imperio de la época. Leyenda negra que iba cuajando a partir del descubrimiento de América y que ha ido aumentando hasta nuestros días. Incluso algunos españoles la han asumido por intereses políticos, o simplemente se la han creído por ignorancia.
La reforma de la iglesia pretendía básicamente disminuir el poder del papa, permitir al clero casarse, o usar las lenguas vernáculas, pero debido a la intransigencia de unos y otros se transformó en ruptura, lo que empezó siendo una intolerancia religiosa se convirtió en un conflicto político y nacionalista que degeneró en las guerras más crueles hasta la época, en las que murieron cientos de miles de personas.
Lutero predicaba el libre examen, es decir que la comunicación de los fieles con Dios se realizara a través de la biblia, sin intermediarios. Los curas ya no eran necesarios para la comprensión de las sagradas escrituras, pero con la desaparición del clero desaparecen prácticamente todos los sacramentos y queda una religión a la carta.
De esta manera los curas católicos fueron sustituidos por pastores protestantes, que ya no dependían del papa, dependían únicamente del señor del territorio y hacían lo que este les ordenara. Lutero por ejemplo vivió como nunca hubiera soñado con su nueva esposa, ya que estaba bajo la protección del príncipe de Sajonia que le adjudicó el convento-palacio de Wittenberg para vivir con todo tipo de lujos y comodidades.
Las iglesias protestantes no reconocen la autoridad del Papa ni diferencias jerárquicas en el clero, no veneran a la Virgen ni a los santos, ni a sus representaciones en las iglesias, por eso el barroco no se dio en el mundo protestante.
Los pastores protestantes se pueden casar y actúan solo como guía espiritual. Solo reconocen 2 sacramentos el bautismo y la eucaristía, y una eucaristía bastante descafeinada porque creen en la consustanciación en vez de la transubstanciación, es decir que en la consagración cristo se hace presente de forma temporal, pero no efectivamente en el pan y el vino.
No cabe duda que esta religión es bastante cómoda, prácticamente sin sacramentos, la salvación está en la sola fe, rechazando las consecuencias de las obras o de los pecados. Una vez que desaparece el orden sacerdotal también desaparece la confirmación, confesión, penitencia, o extremaunción, incluso la transubstanciación que es la base de la eucaristía.
A nivel político, los príncipes concentraron todo el poder militar, político, judicial, religioso y económico al proclamarse los cabezas de su iglesia y quedarse con los bienes de esta. Eran los únicos que tenían la libertad de elegir la religión, y la imponían en su territorio, el que no la quisiera seguir solo le quedaba emigrar.
La iglesia reaccionó con la contrarreforma, el Concilio de Trento se desarrolló entre 1545 y 1563 para parar el aumento del protestantismo. En este concilio se reforzó el pensamiento de la iglesia católica, al papa como cabeza de la iglesia y la disciplina del clero. Se desarrolló en Trento porque tuvo carácter de unidad, incluso se invitó a la iglesia protestante aunque no se presentó.
En el Concilio de Trento tuvieron gran importancia las tesis de la compañía de Jesús encabezadas por su fundador Ignacio de Loyola. La Compañía de Jesús se caracteriza por la formación de los jóvenes las misiones en América, Asia, la defensa del papa y de la fe católica. Esta defensa a ultranza granjeó muchos enemigos a los Jesuitas, cuando estos enemigos pudieron disolvieron la compañía en Portugal, Francia, Italia e incluso en España.
El Concilio de Trento intentó la unión que no consiguió, pero reforzó los dogmas de la iglesia, la formación del clero, el control de las parroquias, las catequesis para niños y adultos, la liturgia para que la fe entre por los sentidos, y los libros sacramentales. Reafirmó la eficacia redentora de las obras, y el libre albedrío, es decir que el hombre puede luchar por su salvación. Confirmó a las comunidades contemplativas de monjes y monjas, los 7 sacramentos con la transustanciación, y la revelación a través de las sagradas escrituras interpretadas por los sacerdotes.
En términos filosóficos es importante la interpretación de la verdad absoluta como verdad relativa de cada persona. Si cada uno tiene su verdad, es decir que si la verdad es relativa quiere decir que la verdad absoluta no existe. Esto dará lugar al romanticismo, incluso al nihilismo de Nietzsche, que degenerará en el nacismo en Alemania, de hecho a Lutero se le consideró el padre de la Alemania de Hitler.
Otros capítulos de esta serie
Reforma protestante y Masonería
02.- De la Edad Media a la Edad Moderna
04.- Antecedentes de la ruptura de la iglesia católica
06.- Carlos V y la ruptura de la iglesia católica
07.- Otras iglesias protestantes
09.- Las guerras de religión en Flandes
10.- Las guerras de religión en Francia
11.- Las guerras de religión en Inglaterra