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12.- Guerra de los 30 años

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El Sacro Imperio Romano Germánico ocupaba lo que hoy es Alemania, Austria, Suiza, Bélgica, Países Bajos, Hungría, Checa, Eslovenia, parte de Francia, Italia y Polonia, esta vasta extensión de tierra estaba dividida en principados y el emperador era elegido por los llamados príncipes electores.

La reforma protestante provocó las guerras de religión en forma de guerras civiles en buena parte de Europa. En España la inquisición no dejó entrar estas ideas protestantes, y pudo orientar sus esfuerzos en  descubrir las tierras de América, abriendo iglesias y universidades, y evangelizando a sus gentes.

La última guerra de religión y la más importante fue la guerra de los 30 años (1618-1648) que anuló la Paz de Augsburgo de 1555 que había traído la paz entre católicos y luteranos, en ella participaron las principales potencias europeas, incluida España que sufrió la pérdida de Portugal (1640) y de los Países Bajos (1648). Aunque el pretexto de este conflicto fue la religión, los intereses político-territoriales tuvieron mucho más peso.

Se pueden distinguir 4 etapas:

Guerra de Bohemia (1618-1625) En 1617 el Archiduque Fernando de Austria, primo del emperador Matías I, fue designado rey de Bohemia con la intención de implantar el catolicismo en Bohemia, que hasta ese momento era mayormente protestante.

Los nobles de Bohemia no reconocieron como rey a Fernando, y en su lugar nombraron a Federico V del Palatinado. Fernando envío a sus representantes para dialogar con los nobles de Bohemia pero estos los tiraron por la ventana del palacio de Hradcany en lo que se conoce como la “Defenestración de Praga”, con este hecho dio comienzo la guerra de Bohemia.

El emperador Matías I murió en 1619, y en su lugar fue designado emperador su primo Fernando II de Austria, lo que hasta ese momento era una guerra local se expandió porque a Fernando II le apoyó su sobrino Felipe III de España, y los Bohemios solicitaron la ayuda de los príncipes alemanes protestantes contando con el apoyo del sultán turco Osmán II.

Los protestantes fuertes en Bohemia marcharon hacia Viena y el Emperador encargó al conde Johannes Von Tilly que frenara la marcha, logrando la victoria en la batalla de Montaña Blanca en 1620. Esta primera fase acabó en 1625 con la rendición de Breda, el ejército dirigido esta vez por Ambrosio Spínola asedió Breda durante diez meses hasta que la ciudad, que era la puerta de entrada a Holanda, se rindió el 5 de junio de 1625.

Etapa Danesa (1625-1629) Cristian IV, rey protestante de Dinamarca, firmó el Tratado de la Haya con la Francia de Luis XIII y el cardenal Richelieu, mediante la cual Francia apoyaba económicamente a Dinamarca a cambio de que Dinamarca entrara en la guerra contra el Sacro Imperio Romano Germánico.

El conflicto se internacionalizó, la causa religiosa pasó a un segundo término y en la guerra empezaron a primar los intereses políticos, la Francia católica apoyó a los príncipes protestantes, tanto Francia como Dinamarca querían expandir sus territorios, además de que Francia quería debilitar al Imperio y Dinamarca proteger su comercio.

Las victorias de las tropas imperiales en 1626 de Albert Wallenstein en el Puente de Dessau y del general Tilly en la batalla de lutter, forzaron a Dinamarca a firmar la Paz de Lübeck, acabando la participación danesa en la guerra.

Etapa Sueca (1630-1635) Gustavo Adolfo de Suecia contaba con un ejército profesional, que era una novedad para la época, de nuevo Francia apoyó económicamente, esta vez a Suecia para que entrara en la guerra contra España, que era su gran enemigo. Las tropas de Suecia vencieron en Lützen en 1632 aunque a un precio muy alto pues su rey murió en la batalla, ese mismo año murió el general Tilly.

El emperador, Fernando II, perdió la confianza en Wallenstein, este había adquirido demasiado poder y tenía numerosos enemigos. Wallenstein se ofreció para negociar entre católicos y protestantes, esto colmó la paciencia del emperador y le declaró traidor y le condenó a muerte. En 1634 un grupo de hombres mandados por el emperador asesinó a Wallenstein y a tres de sus generales.

En 1635 firmaron la Paz de Praga, Fernando II por parte del Sacro Imperio Romano Germánico y la mayoría de estados protestantes, lo que supuso el fin de la guerra para los estados alemanes.

Etapa francesa (1635-1648) Francia temía quedar cercada por los Habsburgo entre Madrid y Viena y declaró la guerra a España. El emperador Fernando II murió en 1637 y le sucedió su hijo Fernando III. En 1642 murió el cardenal Richelieu y  en 1643 Luis XIII, sucediéndole su hijo Luis XIV.

Las tropas españolas estaban en demasiados frentes y Felipe IV tenía muchos conflictos que atender, la guerra de los 30 años, la secesión de Portugal, las revueltas en Nápoles y Sicilia, la sublevación de Cataluña. En 1643 las tropas francesas vencieron a las tropas españolas en la batalla de Rocroi, lo que supuso el principio del fin de los tercios españoles.

En 1648 finalizó la guerra con la derrota de España y de los estados católicos alemanes. Se firmó la Paz de Westfalia basada en la Paz de Augsburgo de 1555, en la que se declaró la tolerancia religiosa, y la independencia de los Países Bajos.

En la guerra de los 30 años los Habsburgo fueron derrotados y significó el comienzo del declive de España como primera potencia mundial. En 1659 se firmó la Paz de los Pirineos que consagraría a Francia como nueva primera potencia europea.

El conflicto por la interpretación del cristianismo destruyó Europa con una crueldad nunca vista hasta ese momento. Los mercenarios arrasaron poblaciones enteras, muriendo el 50% de la población.

Thomas Hobbes pensaba que el hombre es malo por naturaleza, y necesitaba una ley autoritaria que controlara el impulso agresivo debido a su egoísmo, en 1651 escribió en el Leviatán “el hombre es un lobo para el hombre, para que el hombre viva de forma pacífica debe ser sometido a una disciplina, debe ser controlado por el poder del estado”.

En el siglo XVII las monarquías dieron un paso más, y de monarquías autoritarias pasaron a monarquías absolutas, adquiriendo todavía más poder. El monarca dirigía el gobierno, la justicia y los ejércitos, incluso con carácter divino, ya que ese poder pensaban que había sido otorgado por Dios.

En 1795 Kant escribió su “Ensayo hacia la paz eterna”, cuyo objetivo era encontrar una estructura mundial con parlamento propio que favoreciera la paz, algo parecido a lo que hoy es la ONU.

En la guerra de los 30 años España vivió una encrucijada trascendental para el futuro, parecida a la vivida en el año 711 con la invasión de los musulmanes, o cómo será la de 1808 con la invasión de las tropas de Napoleón, o en 1936 con los hechos que dieron origen a la guerra civil.

La Paz de Westfalia cerró dos conflictos bélicos, la Guerra de los Ochenta Años o Guerra de Flandes entre la España de Felipe II y las Provincias Unidas de los Países Bajos, y la Guerra de los Treinta Años. Un conflicto que ha sido comparado por algunos expertos con la I y II Guerras Mundiales, pues enfrentaron a las grandes potencias europeas entre sí, y determinó un nuevo orden Europeo, al igual que hicieron la Paz de París (1919) después de la Primera Guerra Mundial, o los tratados de paz posteriores a la Segunda Guerra Mundial.

Otros capítulos de esta serie

Reforma protestante y Masonería

01.- El concepto de verdad

02.- De la Edad Media a la Edad Moderna

03.- La inquisición

04.- Antecedentes de la ruptura de la iglesia católica

05.- Martín Lutero

06.- Carlos V y la ruptura de la iglesia católica

07.- Otras iglesias protestantes

08.- Consecuencias de la ruptura de la iglesia católica

09.- Las guerras de religión en Flandes

10.- Las guerras de religión en Francia

11.- Las guerras de religión en Inglaterra

13.- La Masonería

14.- La masonería en la independencia de los Virreinatos

15.- Religión y masonería

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