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El bienio reformista

bienio reformista

Unas elecciones municipales fueron consideradas como un plebiscito entre monarquía o república y se cambió el sistema de gobierno, esto hizo que se formaran ayuntamientos legitimados por las urnas pero con un gobierno sin legitimar.

El general Sanjurjo como Director General de la Guardia Civil manifestó que no defendería la monarquía, y miembros del consejo de ministros aconsejaron al rey que se fuera de España. Un Alfonso XIII deprimido por la muerte de su madre, después de ver lo sucedido con sus primos rusos y sin apoyos se fue a Francia por Cartagena, entonces unos incrédulos y temerosos republicanos, aunque no tenían nada de lo que temer, tomaron el poder que había quedado incomprensiblemente vacío, sin ninguna oposición ni nadie que lo defendiera.

Todas las instituciones del estado se pusieron al servicio de la república, religiosas, judiciales, incluso militares como Franco (cuyo padrino de boda había sido Alfonso XIII), Mola o Sanjurjo. Todas las instituciones aceptaron la república con la esperanza de que fuera de corte liberal, un proyecto democrático, lejos de los extremismos y de las escaladas de tensión en la que se convirtió prácticamente desde el principio.

Se constituyó un gobierno provisional con sanciones a la prensa, sin reprimir la quema de iglesias y conventos, etc.. Viendo el cariz que estaba tomando la situación quisieron celebrar las elecciones a cortes constituyentes lo antes posible (sin permitir que se presentaran partidos monárquicos). El 28 de junio de 1931 se celebraron estas elecciones, los republicanos ganaron por amplia mayoría y las cortes se constituyen el 14 de julio (fecha de conmemoración de la toma de la Bastilla)

El 21 de octubre se promulgó la ley de defensa de la república, mediante la cual no se podían publicar noticias que fueran contrarias a la república, no se podía hacer apología de la monarquía ni utilizar emblemas de esta, no se podían utilizar expresiones que menospreciaran al estado. En base a esta ley el estado tenía manga ancha para detener a personas o cerrar periódicos que no le fueran afines, como así pasó.

El 9 de diciembre de 1931 se aprobó la nueva constitución, e incorporó como disposición transitoria la ley de defensa de la república, con lo cual en la constitución se declaraban libertades que en el desarrollo de la ley o según la disposición transitoria no se podían aplicar.

Don Niceto Alcalá-Zamora, presidente del gobierno provisional y presidente de la segunda república, diría en 1936 lo que pensaba sobre la constitución de 1931:

«Han hecho de la República más que una sociedad abierta a la adhesión de todos los españoles, una sociedad estrecha, con número limitado de accionistas y hasta con bonos de privilegio de fundador… Se hizo una constitución que invita a la guerra civil, desde lo dogmático en que impera la pasión sobre la serenidad justiciera, a lo orgánico en que la improvisación, el equilibrio inestable sustituye a la experiencia y a la construcción solida de los poderes».

Niceto Alcalá-Zamora

En 1932 se sucedían los actos de violencia, las huelgas, los motines. La situación en el campo era lamentable, y las reformas de la república como por ejemplo la subida de salarios o la imposibilidad de contratar trabajadores de fuera de los términos, empeoró todavía más la situación. Durante los inviernos no había trabajo en el campo y los jornaleros pasaban muchas necesidades.

En Castilblanco en Badajoz la FNTT convocó una huelga que acabó con 4 guardias civiles linchados literalmente, y sus cuerpos mutilados, 6 de los culpables fueron condenados a muerte, penas finalmente conmutadas por cadena perpetua.

Poco después en Arnedo (La Rioja) también en una huelga convocada después de los despidos de una fábrica, murieron 11 personas y 30 resultaron heridas por disparos de la guardia civil.

En 1932 las procesiones quedaron prohibidas, y también se disolvió la compañía de Jesús con el pretexto de que debían obediencia a un estado extranjero, confiscándose todos sus bienes. El golpe a la educación fue importante incluido el cierre de la única universidad de economía que había en España, la de Deusto.

En base a la ley de defensa de la república y de la misma constitución multitud de publicaciones fueron prohibidas y cientos de periódicos cerrados, solo en ese año 1932.

En enero de 1932 se empiezó a negociar el estatuto de Cataluña, y es el detonante para que el 10 de agosto de 1932 en Sevilla tenga lugar lo que se llamó Sanjurjada, es decir el golpe de estado de Sanjurjo que duró unas horas porque nadie le apoyó. Sanjurjo fue condenado a muerte, y en 1934 le indultó el gobierno radical-cedista exiliándose a Portugal. El 20 de julio de 1936 morirá en un accidente de aviación.

Entre el 10 y el 12 de enero de 1933 tienen lugar los sucesos de Casas Viejas (Cádiz), en una revuelta anarco-sindicalista murieron 3 guardias civiles, en la represión de la guardia de asalto incendiaron la choza donde se habían refugiado y fusilaron a los responsables, murieron 22 personas entre ellos ancianos, mujeres y niños. De este suceso se hizo responsable al capitán Rojas que dio orden de disparar hacia la choza, incendiarla y asesinar a sangre fría a los supuestos responsables. Pero el responsable político fue Azaña, y en octubre Alcala-Zamora tuvo que forzar la dimisión de Azaña.

Las derechas se empezaron a reorganizar, en enero de 1933 se formó el partido monárquico Renovación Española dirigido en un principio por Alejandro Goicoechea y desde el 1934 por José Calvo Sotelo. Poco después el 4 de marzo de 1933 nace la CEDA, Confederación Española de Derechas Autónomas, una coalición de partidos de derechas y católicos que fundó José María Gil-Robles, diputado en Cortes por Salamanca. Y el 29 de octubre del 1933 José Antonio Primo de Rivera fundó Falange Española con el discurso del teatro de la comedia.

El 23 de abril de 1933 hubo elecciones municipales en algunos municipios obteniendo la victoria los partidos de derechas.

El Psoe se empezó a bolchevizar, cada vez era mas radical y en octubre los seguidores de Largo Caballero le empezaron a llamar el Lenin español.

Entre noviembre y diciembre de 1933 se celebraron la primera y segunda vuelta de las elecciones generales, los partidos que obtuvieron más escaños fueron los dos partidos de derecha, la CEDA de José María Gil-Robles con 115 escaños, y el siguiente fue el Partido Republicano Radical de Alejandro Lerroux con 102 escaños.

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